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Ya se sabía que la duquesa de Cambridge hizo ir a los pintores por segunda vez porque en la primera ocasión los colores de las paredes le resultaron demasiado fuertes. Ahora bien, esa segunda factura la pagaron los futuros reyes. Pero lo que no se sabía era que la reforma de la cocina, de unos 200 metros, diseada originariamente por Lord Snowdon, marido de la princesa Margarita y ex habitante de la casa, ha costado 170.000 libras (204.000 euros).
«Vos no parecés tenerme miedo» le dice Patrick (Heath Ledger, con esa eterna sonrisa desplegada) a Kat (Julia Stiles). «No, debería?», contrarresta ella. Kat, tabula rasa, no solo no le teme porque decidió dejar de vivir bajo la mirada ajena (y, por ende, a prejuzgar a su entorno) sino porque, sin darse cuenta, no se vincula con él como el resto sino como lo que él es: su par.
11/09/2016 02:56Venía yo a hablar del bodorrio de Rociíto, pues desde cuándo no se nos casaba a todo tren una hija de púgil y de coplista, pero se nos coló José Manuel Soria en el almanaque, y a ver quién tiene bemoles de negarle la crónica a un ex ministro. Oséase, que en vez de escribir de invitadas remilgonas, empotradas a presión en fajas panty y vestidos de fantasía como toldos del Cirque du Soleil, me debo a la chirigotada del Banco Mundial. Por mucho que le pese a Beatriz Miranda, mi compaera de sudor en esta página, ella que daría su imperio por un pamelón y un canapé pijo..
El Betis recibirá el sábado al Málaga y, aunque en las 10 jornadas disputadas hay una idea constante de alineación, Pepe Mel sabe que su rival tiene muchas variantes y que los cambios se están acelerando en los últimos enfrentamientos malaguistas. La ecuación que parecía inamovible y clara al arrancar el campeonato muda sus variables conforme avanza la temporada. Y una estructura potente lleva su tiempo asentarla, no es flor de un día.
Pero el primer paso es ese: echar a Moyes, le ha venido enorme. Pero si hoz ganan en la Premier sigues con vida. Pellegrini le ganó a Mou donde más le duele al dejarlo fuera de una Copa. Eyes closed, fists clenched, chest thrust to match the stride of her limbs, Dutee Chand stepped out of labels and a scarred past into an unreal, gobsmacked moment of truth. Exactly four years after she was slapped with a ban and robbed of her right to compete, the Odisha girl ran the race of her life to win silver in the 100m sprint by 0.02 seconds at the Asian Games. None of her earlier wins in courts or over detractors or over peers would have felt more cathartic.